Del Misterio de Las Cuatro Especies de Sucot.
Cábala Hebrea.
Autor: JAIME GORENSTEIN
Des-cubriendo Sucot...
¿Qué son y qué representan las Arba Minin?
En Proverbios 30:18, quedó registrada la dramática declaración del Rey Salomón... él dijo: "Tres cosas me resultan maravillosas y cuatro no las sé", confesión de parte que debiera exonerar a cualquier humilde buscador de la verdad a emprender tan extraordinaria y valerosa aventura... la maravillosa hazaña de decidirse "sacar la piedra", para poder beber en forma directa y personal del "pozo de aguas vivas"... porque eso es lo que debe hacer quién desee de corazón des-cubrir tan inquietante misterio. "Sacar la piedra" significa descartar la opción literal y elegir una disyuntiva más compleja.
Pero, a pesar de la declaración del mítico personaje, hay explicaciones pshatistas (literales) que construyen figuras literarias que relacionan las especies a las cuatro matriarcas del pueblo israelita. Otras las comparan a los patriarcas y Yosef o a las distintas tipologías del pueblo de Israel en relación con el estudio de la Torá. Existen otras que las vinculan a los distintos órganos del ser humano, o con las propias y diferenciadas características sensoriales de las especies nombradas... y así, la variedad de opiniones podrían ir sumándose. Pero veamos como empieza este misterio:
Lectura literal:
Lectura psicológica:
Y tomaréis para vosotros en el día primero, fruto de árbol espléndido; ramas de palmera de dátiles; ramas de mirto; y de sauces de los arroyos. Y os regocijareis delante de YHVH, vuestro Dios, por espacio de siete días.
Y tomaréis para vosotros en el tempo primero (el día primero), un conocimiento de Enseñanza Objetiva (fruto de árbol espléndido); tres conocimientos secundarios generales (ramas de palmera de dátiles; ramas de mirto; y de sauces de los arroyos). Y os los recrearéis (regocijaréis) delante de Ley Tres (YHVH), por espacio de siete "tempos" vibratorios (Ley Siete / "siete días"). Levítico 23:40
Intentaré hacer un aporte a tan apasionante dilema:
Lo primero que "salta a la vista y a la letra" es que de las cuatro especies nombradas, sólo tres tienen un nombre específico que permite identificarlas: La palmera de dátiles, el mirto y el sauce. De la primera especie, el versículo se limita a indicar que se trata de un fruto de árbol espléndido... adjetiviza, más no dice su nombre. El versículo usa la palabra "hadar", término sumamente controvertido ya que también puede significar, esplendoroso, magnifico, hermoso, hidalgo o perfecto. Vladimir "Zeev" Jabotinsky, el gran vigía de Israel, la usó como concepto ético de conducta personal, para indicar las cualidades que debiera incorporar para si, un betarí.
Pero, ¿Por qué esa diferenciación? ¿Por qué tres especies tienen nombre y la primera no?
Sabemos que en la Torá no hay olvidos ni errores. Cuando la Torá no indica el nombre de la primera especie es porque hay una intención objetiva para dejarlo así. La intención del símbolo funciona cuando se sigue las instrucciones objetivas de su Enseñanza... sólo así estaríamos dirigiendo nuestro pensamiento y acción en el sentido original de su kavana (intención). Pero si le ponemos al símbolo algo de nuestra cosecha o de la de otros, lo malogramos... lo corrompemos, y así, en lugar de orientarnos con lo objetivo de su Enseñanza, nos desviamos hacia donde el irresponsable capricho subjetivo quiere que lleguemos, vale decir... a la " 'comprensión' que piadosamente han elegido para nosotros". A esta lamentable situación el Hombre de la Cábala Hebrea declara: "Muchas gracias pero la Enseñanza es un encuentro privado entre Yo Soy el que Soy y Yo quisiera ser... no intervengan por favor".
La Torá orienta cuando dice y cuando no dice... no hay desperdicio. Valdría la pena agregar que casi siempre orienta más cuando no dice que cuando dice. Así esta concebida la Enseñanza y así funciona.
Los nombres de personajes en la Torá, por ejemplo, son formas de establecer de manera precisa las características predominantes en la vida o en la personalidad de éstos por la importancia que tienen en el relato. Así tenemos que Jacob tiene ese nombre porque nació tomado del talón de su hermano gemelo, y eso tiene un significado a des-cubrir coherente con el relato. A Isaac se le puso Isaac porque Sara se rió etc, etc . Cuando la Torá ni siquiera nombra a la madre de Abraham, no se trata de un olvido... ahí hay una Enseñanza... vital y objetiva, precisamente porque no dice.
Cuando la Torá cambia el nombre a algún personaje, aunque sea suprimiendo o agregando una sola letra significa que dicho personaje ha cambiado... ya no es el mismo. Jacob deja de ser Jacob cuando su nombre es cambiado por el de Israel... Abram deja de ser Abram cuando se le agrega una hei (h) a su nombre y se transmuta en Abraham. El cambio de nombre significa en ambos personajes, su particular evolución con respecto a su estado anterior. Significa que sus características psíquicas generales han cambiado, equilibrándose en dirección a un nivel superior del ser.
Igualmente cuando la Torá no especifica el nombre de la primera especie es porque se trata de un fruto todavía no identificable, sus características todavía están en franco proceso evolutivo por lo que no es posible ponerle nombre aun. En cambio las otras tres si tienen características corrientes, son identificables y por lo tanto tienen nombre. Es bastante claro que las cuatro especies son símbolos literarios que diferencian a seres de tipología corriente, que se agrupan simbólicamente en las tres especies con nombre y a otro ser en el que su contenido interno está elevándose - haciendo aliá -, es distinto, y por eso la Torá evita otorgarle un nombre en ese estadio.
¿Qué significa todo esto?
Significa que para la Enseñanza hay una humanidad numerosa de características simples y triviales, fácilmente identificable y otra más compleja, diferente y en proceso de evolución. Si vinculamos estas dos humanidades diferenciadas con los dos igualmente diferenciados aspectos de la Enseñanza -interno y externo -, podríamos concluir que el aspecto externo de la Torá esta vinculado con la humanidad representada por las tres especies con nombre y el aspecto interno o cabalístico esta vinculado con la humanidad representada por la especie sin nombre. Podríamos concluir también que para facilitar el des-cubrimiento de este misterio y evitar complicaciones, a los hombres que representan las tres especies con nombre, los podemos identificar - tal como lo venimos haciendo - simplemente como hombres Nº 1,2,3, que habitan el círculo externo de la humanidad dormida. Y al hombre representado por la especie sin nombre, lo podemos llamar Hombre Nº 4, aquel que está casi listo para ingresar al Círculo Interno de la Humanidad despierta.
Por último, con el apoyo del esquema "Los Círculos de la Humanidad" y haciendo funcionar el ritual tradicional de las cuatro especies, podemos comprender como la Evolución Psicológica es el tema central de la Enseñanza Objetiva. Si observando el esquema, nos imaginamos estar realizando el ritual de las cuatro especies de Sucot tendríamos:
La palmera de dátiles, el mirto y el sauce juntos en la mano derecha (hombres Nº 1,2,3) y "la especie que no tiene nombre" (Hombre Nº 4) sólo en la izquierda. El ritual prosigue, juntando las manos con las especies tomadas según se ha indicado y llevándolas todas juntas por las siete direcciones posibles, es decir, hacia arriba y abajo, al frente y atrás, a la derecha y a la izquierda para finalizar sacudiéndolas en el centro... en el centro, en el centro.
El esquema al igual que el ritual, nos está indicando que los hombres Nº 1,2,3 del "círculo externo de la humanidad", incluyendo aunque por separado al Hombre Nº 4, son huéspedes de dicho círculo en todo su ámbito y extensión, pero que su intención (sacudir), es evolucionar para poder pasar al "Círculo Interno de la Humanidad" o "tierra prometida", ubicado en el centro interior del esquema donde habitan los HOMBRES Nº 5,6,7. ¡Ese es el tema central... el centro de la intención evolutiva original de la Enseñanza! y hacia ahí es donde apunta el Hashem Avoda o Trabajo Interno.
Como hemos visto el único postulante posible para cruzar esa orilla es el Hombre Nº 4.... Una vez dentro del Círculo Interno de seguro se le pondrá nombre... no antes... si se comete ese pecado (que significa haber apuntado mal, errando "el tiro") se inutiliza la intención original objetiva del símbolo... y hay que comenzar todo de nuevo.
Nuevamente el versículo está ligado a la escala evolutiva de siete tempos:
Los "días terribles" se encuentran ubicados exactamente en tres octavas completas y consecutivas. Sus "fechas" de conmemoración coinciden justamente con los "sitios donde la fuerza de iniciativa sufre un debilitamiento... como si dijera, "aquí descanso... no hagas nada si no sabes", con el consiguiente peligro de desviación por caída de potencia que la desvía del objetivo original de la línea/fuerza (flecha) del proceso... justo en los semi-tonos o Intervalos conocidos por todos en la "escala musical de siete notas" que en Cábala Hebrea reciben el nombre de Macom... "el lugar , el sitio"... donde se cumple irremediablemente la Ley Shabat donde se debe aplicar el estimulo/impulso/choque consciente del conocimiento nuevo recreado según lo manda la Ley Shabat, que refuerce e impulse el retardamiento, corrigiendo la desviación pequeña o grande - katan o gadol - que fatalmente ocurrirá en Macom y que en Cábala Hebrea se denomina Shofar.
Macom= Sitio o lugar donde se va a cumplir la Ley Shabat.
Shofar = estimulo/impulso/choque consciente de un conocimiento objetivo nuevo aplicado en Macom para hacer Tikun.
En Yom Terúa toca corregir la desviación que se produce en el segundo intervalo (macom ) de la primera octava (si-do).
En Yom Kipur toca corregir la desviación que se produce en el primer macom (intervalo) de la tercera octava (mi-fa)
En Sucot toca corregir la desviación que se produce en el segundo intervalo (macom) de la tercera octava (si-do)
Lo dejo así...
Autor: JAIME GORENSTEIN
Des-cubriendo Sucot...
¿Qué son y qué representan las Arba Minin?

Pero, a pesar de la declaración del mítico personaje, hay explicaciones pshatistas (literales) que construyen figuras literarias que relacionan las especies a las cuatro matriarcas del pueblo israelita. Otras las comparan a los patriarcas y Yosef o a las distintas tipologías del pueblo de Israel en relación con el estudio de la Torá. Existen otras que las vinculan a los distintos órganos del ser humano, o con las propias y diferenciadas características sensoriales de las especies nombradas... y así, la variedad de opiniones podrían ir sumándose. Pero veamos como empieza este misterio:
Lectura literal:
Lectura psicológica:
Y tomaréis para vosotros en el día primero, fruto de árbol espléndido; ramas de palmera de dátiles; ramas de mirto; y de sauces de los arroyos. Y os regocijareis delante de YHVH, vuestro Dios, por espacio de siete días.
Y tomaréis para vosotros en el tempo primero (el día primero), un conocimiento de Enseñanza Objetiva (fruto de árbol espléndido); tres conocimientos secundarios generales (ramas de palmera de dátiles; ramas de mirto; y de sauces de los arroyos). Y os los recrearéis (regocijaréis) delante de Ley Tres (YHVH), por espacio de siete "tempos" vibratorios (Ley Siete / "siete días"). Levítico 23:40
Intentaré hacer un aporte a tan apasionante dilema:
Lo primero que "salta a la vista y a la letra" es que de las cuatro especies nombradas, sólo tres tienen un nombre específico que permite identificarlas: La palmera de dátiles, el mirto y el sauce. De la primera especie, el versículo se limita a indicar que se trata de un fruto de árbol espléndido... adjetiviza, más no dice su nombre. El versículo usa la palabra "hadar", término sumamente controvertido ya que también puede significar, esplendoroso, magnifico, hermoso, hidalgo o perfecto. Vladimir "Zeev" Jabotinsky, el gran vigía de Israel, la usó como concepto ético de conducta personal, para indicar las cualidades que debiera incorporar para si, un betarí.
Pero, ¿Por qué esa diferenciación? ¿Por qué tres especies tienen nombre y la primera no?
Sabemos que en la Torá no hay olvidos ni errores. Cuando la Torá no indica el nombre de la primera especie es porque hay una intención objetiva para dejarlo así. La intención del símbolo funciona cuando se sigue las instrucciones objetivas de su Enseñanza... sólo así estaríamos dirigiendo nuestro pensamiento y acción en el sentido original de su kavana (intención). Pero si le ponemos al símbolo algo de nuestra cosecha o de la de otros, lo malogramos... lo corrompemos, y así, en lugar de orientarnos con lo objetivo de su Enseñanza, nos desviamos hacia donde el irresponsable capricho subjetivo quiere que lleguemos, vale decir... a la " 'comprensión' que piadosamente han elegido para nosotros". A esta lamentable situación el Hombre de la Cábala Hebrea declara: "Muchas gracias pero la Enseñanza es un encuentro privado entre Yo Soy el que Soy y Yo quisiera ser... no intervengan por favor".
La Torá orienta cuando dice y cuando no dice... no hay desperdicio. Valdría la pena agregar que casi siempre orienta más cuando no dice que cuando dice. Así esta concebida la Enseñanza y así funciona.
Los nombres de personajes en la Torá, por ejemplo, son formas de establecer de manera precisa las características predominantes en la vida o en la personalidad de éstos por la importancia que tienen en el relato. Así tenemos que Jacob tiene ese nombre porque nació tomado del talón de su hermano gemelo, y eso tiene un significado a des-cubrir coherente con el relato. A Isaac se le puso Isaac porque Sara se rió etc, etc . Cuando la Torá ni siquiera nombra a la madre de Abraham, no se trata de un olvido... ahí hay una Enseñanza... vital y objetiva, precisamente porque no dice.
Cuando la Torá cambia el nombre a algún personaje, aunque sea suprimiendo o agregando una sola letra significa que dicho personaje ha cambiado... ya no es el mismo. Jacob deja de ser Jacob cuando su nombre es cambiado por el de Israel... Abram deja de ser Abram cuando se le agrega una hei (h) a su nombre y se transmuta en Abraham. El cambio de nombre significa en ambos personajes, su particular evolución con respecto a su estado anterior. Significa que sus características psíquicas generales han cambiado, equilibrándose en dirección a un nivel superior del ser.
Igualmente cuando la Torá no especifica el nombre de la primera especie es porque se trata de un fruto todavía no identificable, sus características todavía están en franco proceso evolutivo por lo que no es posible ponerle nombre aun. En cambio las otras tres si tienen características corrientes, son identificables y por lo tanto tienen nombre. Es bastante claro que las cuatro especies son símbolos literarios que diferencian a seres de tipología corriente, que se agrupan simbólicamente en las tres especies con nombre y a otro ser en el que su contenido interno está elevándose - haciendo aliá -, es distinto, y por eso la Torá evita otorgarle un nombre en ese estadio.
¿Qué significa todo esto?
Significa que para la Enseñanza hay una humanidad numerosa de características simples y triviales, fácilmente identificable y otra más compleja, diferente y en proceso de evolución. Si vinculamos estas dos humanidades diferenciadas con los dos igualmente diferenciados aspectos de la Enseñanza -interno y externo -, podríamos concluir que el aspecto externo de la Torá esta vinculado con la humanidad representada por las tres especies con nombre y el aspecto interno o cabalístico esta vinculado con la humanidad representada por la especie sin nombre. Podríamos concluir también que para facilitar el des-cubrimiento de este misterio y evitar complicaciones, a los hombres que representan las tres especies con nombre, los podemos identificar - tal como lo venimos haciendo - simplemente como hombres Nº 1,2,3, que habitan el círculo externo de la humanidad dormida. Y al hombre representado por la especie sin nombre, lo podemos llamar Hombre Nº 4, aquel que está casi listo para ingresar al Círculo Interno de la Humanidad despierta.
Por último, con el apoyo del esquema "Los Círculos de la Humanidad" y haciendo funcionar el ritual tradicional de las cuatro especies, podemos comprender como la Evolución Psicológica es el tema central de la Enseñanza Objetiva. Si observando el esquema, nos imaginamos estar realizando el ritual de las cuatro especies de Sucot tendríamos:

El esquema al igual que el ritual, nos está indicando que los hombres Nº 1,2,3 del "círculo externo de la humanidad", incluyendo aunque por separado al Hombre Nº 4, son huéspedes de dicho círculo en todo su ámbito y extensión, pero que su intención (sacudir), es evolucionar para poder pasar al "Círculo Interno de la Humanidad" o "tierra prometida", ubicado en el centro interior del esquema donde habitan los HOMBRES Nº 5,6,7. ¡Ese es el tema central... el centro de la intención evolutiva original de la Enseñanza! y hacia ahí es donde apunta el Hashem Avoda o Trabajo Interno.
Como hemos visto el único postulante posible para cruzar esa orilla es el Hombre Nº 4.... Una vez dentro del Círculo Interno de seguro se le pondrá nombre... no antes... si se comete ese pecado (que significa haber apuntado mal, errando "el tiro") se inutiliza la intención original objetiva del símbolo... y hay que comenzar todo de nuevo.
Nuevamente el versículo está ligado a la escala evolutiva de siete tempos:
Los "días terribles" se encuentran ubicados exactamente en tres octavas completas y consecutivas. Sus "fechas" de conmemoración coinciden justamente con los "sitios donde la fuerza de iniciativa sufre un debilitamiento... como si dijera, "aquí descanso... no hagas nada si no sabes", con el consiguiente peligro de desviación por caída de potencia que la desvía del objetivo original de la línea/fuerza (flecha) del proceso... justo en los semi-tonos o Intervalos conocidos por todos en la "escala musical de siete notas" que en Cábala Hebrea reciben el nombre de Macom... "el lugar , el sitio"... donde se cumple irremediablemente la Ley Shabat donde se debe aplicar el estimulo/impulso/choque consciente del conocimiento nuevo recreado según lo manda la Ley Shabat, que refuerce e impulse el retardamiento, corrigiendo la desviación pequeña o grande - katan o gadol - que fatalmente ocurrirá en Macom y que en Cábala Hebrea se denomina Shofar.
Macom= Sitio o lugar donde se va a cumplir la Ley Shabat.
Shofar = estimulo/impulso/choque consciente de un conocimiento objetivo nuevo aplicado en Macom para hacer Tikun.
En Yom Terúa toca corregir la desviación que se produce en el segundo intervalo (macom ) de la primera octava (si-do).
En Yom Kipur toca corregir la desviación que se produce en el primer macom (intervalo) de la tercera octava (mi-fa)
En Sucot toca corregir la desviación que se produce en el segundo intervalo (macom) de la tercera octava (si-do)
Proyecto de vida con conocimiento de la Tradición Objetiva
Vida horizontal con posibilidad evolutiva
Resumiendo, el sentido de las tres conmemoraciones es mantener la línea de fuerza iniciática original derecha... apuntando recto hacia el objetivo central de la Enseñanza que es "llegar en viaje de retorno, al 'Jardín del Edén', en cuyo centro se encuentra el 'Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal' del que podrá -ahora si- comer del fruto - ahora sí- permitido".
Lo dejo así...
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