La Guía de los Perplejos de Maimónides.

Autor: JORGE ROMERO GIL
De: About en español

Objetivos de la obra descritos en la introducción.

Una de las preocupaciones de Maimónides era demostrar que la filosofía y la religión no eran incompatibles sino que podían armonizar entre sí.

La demostración de eso es el principal objetivo de su obra la Guía de los Perplejos. Cuyo título se refiere a aquellos que están preocupados por las aparentes discordancias entre filosofía y religión, en este caso con el aristotelismo y el neoplatonismo y el Tanaj hebreo.

Supone Maimónides que estas personas estarán confusas -”perplejas”- porque considerando ciertas y razonables una cosa y otra no entenderán como esas materias producen contradicciones al confrontarlas entre sí.

Contradicciones aparentes entre Ley hebrea y filosofía.

La respuesta de Maimónides en la Guía de los Perplejos es que las contradicciones solo lo son aparentes, y que en gran medida se deben a un análisis indebido de la lectura de los textos.

Sobre todo a la aplicación de la interpretación literal a los textos sagrados.

Ese es el sentido fundamental de la obra y es el que se explica claramente y con detalle en la “Introducción” a la misma.

Es el análisis adecuado de los textos, a través de diferentes niveles de interpretación lo que mostrará la concordancia de la Ley hebrea con la filosofía y sus razonamientos. Ya en la introducción a su obra Maimónides indica cual es a su entender la solución al dilema: "Esto dicen también nuestros Sabios, según los cuales, el sentido más profundo es como perlas, y la interpretación literal de una figura, como piedra sin valor".

Una cuestión de lenguaje y lectura.

Se trata ante todo de una cuestión de lingüística y de interpretación.

Según el autor aplicando el nivel interpretativo adecuado las discordancias desaparecen: "en toda palabra hay un doble sentido, el literal y el figurado, siendo el uno tan valioso como la plata, pero más precioso todavía el sentido oculto; de suerte que la significación figurada está respecto de la literal en la misma relación que el oro a la plata" (Guía de los perplejos, Introducción).

Aquí el filósofo muestra la existencia de diferentes niveles de comunicación que, incluso, pueden entrañar, diversos mensajes -lo que no significa que sean contradictorios-.

Esta diversidad en la transmisión de información vuelve a mostrarla cuando dice: "Así también, tomadas las figuras de los Profetas al pie de la letra, encierran cierta sabiduría útil para muchos menesteres, entre otros el mejoramiento de la sociedad humana, como los Proverbios de Salomón, por ejemplo. Empero, su sentido oculto es profundísima sabiduría que lleva a descubrir la verdadera verdad" (Guía de los perplejos, Introducción):

Y también cuando añade: "Tengo la certeza de que aquéllos de mis lectores que no estudiaron filosofía podrán sacar algún provecho de muchos capítulos de mi obra; pero será singularmente beneficiosa para el pensador cuyos estudios le hayan llevado a entrar en colisión con sus ideas religiosas" (Guía de los perplejos, Introducción).

En definitiva, no sólo describe al principio el doble sentido de toda palabra, que es la pieza básica de la comunicación oral y escrita, sino que, a continuación, muestra mediante ejemplos como esos dos sentidos implican dos niveles diferentes de información. Niveles que pueden ser del todo diferentes o complementarios.

Y, finalmente, anuncia que su propia obra seguirá esos parámetros: el del doble sentido y la diversidad de información -esos diferentes niveles de la misma-.

Necesidad del análisis crítico.

Pero Maimónides, además, dista de sentar cátedra y tiene no sólo la humildad de abrirse al análisis crítico sino, también, la voluntad de fomentarlo:

"Que el lector estudie cuidadosamente mi obra; y si le disipare alguna duda en algún punto, ensalce al Creador, y alégrese del conocimiento que haya adquirido; pero si no sacare de la lectura beneficio alguno, bien puede considerar que el libro es como si no hubiera sido escrito. Repare en cada una de las opiniones de las cuales discrepe, afánese por hallar una explicación conveniente, aunque parezca traída por los cabellos, y entonces me juzgará caritativamente, que esta piedad nos debemos los unos a otros" (Guía de los perplejos, Introducción).

En absoluto presenta un "corpus" cerrado sino que estimula la especulación creativa, eso sí... desde el conocimiento:

"Si deseas comprender todo cuanto este libro contiene, de manera que nada escape a tu noticia, considera los capítulos con orden y método. Cuando estudies cada uno de ellos, no te contentes con entender el principal asunto que trate, mas presta atención a cada término de los que en el capítulo se mencionen, aunque te pareciere no guardar relación con el tema. Porque lo que he escrito en este libro, es fruto de profundo estudio y gran diligencia, no mero capricho nacido de alguna sugestión momentánea. Especial cuidado he tenido de que no quede por esclarecer nada de lo que pueda parecer dudoso. Todo cuanto se menciona tiene su finalidad, de suerte que cada observación se verá que contribuye a ilustrar la doctrina esencial del respectivo capítulo.

No lo leas superficialmente, que con ello me ofenderías a mí, y no sacarías provecho alguno" (Guía de los perplejos, Introducción)

Esa invitación al análisis crítico se realiza presentando la propia obra como ejemplo, pero, en realidad es una invitación a extender tal tipo de análisis a todo tipo de texto. Digamos que es una forma sutil por parte de Maimónides de sugerir también ese tipo de lectura, que obliga a un procedimiento racional, tanto a las Escrituras Sagradas como a las obras de los filósofos y, casi por extensión, a cualquier obra.

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