Refugiados israelitas ocuparon altos cargos en el reino de Judá, según los sellos encontrados en Jerusalén.
Autor: RUTH SCHUSTER
De: Haaretz / Safed Tzfat
Ahiav ben Menachem
En las excavaciones de este año de la Ciudad de David se han encontrado varias docenas de sellos de impresión del período del Primer Templo, muchos con nombres de carácter bíblico en un texto en antiguo hebreo. Los sellos dan crédito a la teoría de que la Jerusalén de la Edad de Hierro fue una importante capital administrativa del reino de Judea, aseguran los arqueólogos que exploran el lugar.
La forma israelita de ciertos nombres encontrados en los sellos apoya la teoría de que algunos judeanos o judahitas fueron en realidad israelitas que huyeron de los asirios y encontraron refugio, e incluso ocuparon altos cargos, en el sur, en el reino de Judá, según afirman los arqueólogos involucrados en la excavación.
En los tiempos modernos, cuando la gente quería asegurar una carta o un documento, lo notarizaban con un sello, y para ello suelen utilizar la cera. Hace miles de años, en la Edad del Hierro, la gente del Oriente Medio salvaguardaba la correspondencia usando un sellado de arcilla húmedo en el que se imprimía el sello.
Si el sello permanecía intacto, el destinatario podría saber que el contenido no había sido leído ni manipulado, nos explica Joe Uziel, el director de la excavación con Ortal Chalaf, por parte de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
Sorprendentemente, la intensa destrucción del reino de Israel por los asirios en el año 732 a.C. tuvo el efecto de disparar inadvertidamente el uso de sellos de arcilla.
"En la Jerusalén de la Edad de Hierro, desde aproximadamente en el siglo IX a.C., seguimos encontrando más y más pruebas de la administración previa a la destrucción del Primer Templo en el 586 a.C. (cuando Jerusalén fue conquistada por los babilonios )".
Cabe mencionar, sin embargo, que los arqueólogos y los historiadores siguen enérgicamente en desacuerdo sobre si la dinastía del rey David existió o no, o lo que fue.
Los últimos descubrimientos de sellos en estos últimos meses han sido localizados en la parte oriental de la Ciudad de David, en una excavación en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
La excavación terminó hace un mes, y los arqueólogos han estado ocupados clasificando y estudiando los hallazgos que refuerzan la colección de otros sellos y artefactos de la administración encontrados en la antigua Jerusalén.
"Los sellos anteriores, sellos del siglo IX a. C. y posiblemente hasta la primera parte del siglo VIII a.C, eran pictográficos. Muchos de ellos fueron encontrados en las etapas posteriores de la Edad del Hierro", le comentó Uziel al Haaretz. "Pero desde algún momento a finales del siglo VIII a.C. hasta el 586 a.C., los sellos comenzaron a llevar los nombres de los oficiales o funcionarios que sellaron las cartas o documentos".
"Estando en Jerusalén, estos funcionarios formaban parte del sistema de administración de Judea: Jerusalén era la capital de la monarquía de Judea", dice Uziel.
Revisando las impresiones de los sellos, muchos de los funcionarios que aparecen tienen nombres que pueden ser "atribuidos muy fehacientemente a la cultura de Judea", afirma Uziel.
"Y en una señal de que algunas cosas nunca cambian, algunos tenían evidentemente el nombre de celebridades locales. Es decir, los reyes de la época. De manera intrigante, algunos de los funcionarios tenían nombres procedentes de los monarcas israelitas, no necesariamente judeanos o judahitas.
Muchos de estos nombres tenían un elemento teofórico, lo que significa que una parte del nombre contenía el nombre del dios de esa cultura.
Ishbaal, por ejemplo, implica incorporar al dios cananeo ("hombre de Baal"), pero los judíos eligieron añadir "yahu" al nombre de Ezequías (Hezkiyahu en hebreo), siendo yahu el elemento teofórico del reino de Judá", nos comenta Uziel.
El elemento teofórico de yahu se encontró inadvertidamente una y otra vez en muchos de estos nombres.
Un sello que tuvo a los arqueólogos muy inquietos carecía de ese elemento teofórico. Tenía el nombre de "Ahiav ben Menajem". Ese es un nombre bíblico que pertenece al reino de Israel, pero que ahora se encontró en Judá.
Debido a la forma abstrusa en que se escribió el antiguo hebreo, Ahiav es posiblemente el mismo nombre que Ahab, el séptimo rey de Israel, quien presuntamente se dejó influir por los falsos dioses y cuyo reinado fue muy calumniado posteriormente. Los israelíes de hoy no utilizan para sus hijos el nombre de Ahab.
Es posible que su reputación fuera diferente en las últimas etapas del período del Primer Templo, sugiere Uziel. El nombre era común, incluso aparecía en los escritos de Josefo.
Menahem también era el nombre de un rey israelita: su historia es contada en 2 Reyes 15: 14-22.
Por lo tanto, el sello que lleva el nombre de Ahiav ben Menachem probablemente no se refería a un rey, sino que data de las postrimerías del desafortunado monarca en generaciones según los arqueólogos.
"Pero creemos que existió influencia del reino israelita en Judá, incluso entre los oficiales de Judá", continua Uziel, y procede a explicar por qué es interesante. Principalmente, por lo que le sucedió a las tribus israelitas después de la destrucción asiria del reino de Israel en 732 a.C. Muchos de ellos parecen haber huido al sur de Judá, moviéndose hacia las ciudades judías existentes, incluida Jerusalén.
Muy posiblemente algunos de los refugiados que llegaron a Jerusalén, en Judá, desde el reino del norte de Israel, encontraron un lugar entre los altos cargos en la administración de Jerusalén, según nos sugieren los arqueólogos. (Por supuesto, 150 años después, Judá sería destruida también por el rey Nabucodonosor, pero ésa es otra historia).
Aunque los sellos muestran la transición de los sellos pictográficos a los sellos escritos, los hallazgos en la antigua Jerusalén no pueden contribuir a la controversia sobre la alfabetización de la población durante la era del Primer Templo o en cualquier otro momento. A lo sumo, atestiguan la alfabetización en los ámbitos administrativo, político y religioso.
Otros nombres encontrados en sellos en Jerusalén son también de naturaleza bíblica, como Pinchas.
En el año 2015, se encontró en Jerusalén un sello de impresión de 2.700 años de antigüedad con el nombre del propio rey de la era bíblica Ezequías (Hezekiah). La impresión oval en el sello de arcilla, que probablemente fue fijada en un anillo, estaba en una escritura hebrea antigua: "Perteneciente a Hezekiah [hijo de] Ahaz rey de Judá".
También mostraba un sol con dos alas, orientadas hacia abajo, y flanqueado por dos símbolos del ankh que simbolizan la vida. Los símbolos indican que el sello fue creado al final de la vida del rey, y muestra la influencia asiria, según conjetura el experto de Jerusalén y arqueólogo Eilat Mazar.
Lo increíble es que el sello de Ezequías haya sido encontrado dentro de un edificio real en Jerusalén, donde había sido usado hace 2.700 años, demostrando su autenticidad, dijeron los arqueólogos de la época, Agregando que el descubrimiento proporcionaba un testimonio adicional del poderoso estatus de la antigua administración judahita en el Jerusalén de la época.
De: Haaretz / Safed Tzfat
Ahiav ben Menachem
En las excavaciones de este año de la Ciudad de David se han encontrado varias docenas de sellos de impresión del período del Primer Templo, muchos con nombres de carácter bíblico en un texto en antiguo hebreo. Los sellos dan crédito a la teoría de que la Jerusalén de la Edad de Hierro fue una importante capital administrativa del reino de Judea, aseguran los arqueólogos que exploran el lugar.
La forma israelita de ciertos nombres encontrados en los sellos apoya la teoría de que algunos judeanos o judahitas fueron en realidad israelitas que huyeron de los asirios y encontraron refugio, e incluso ocuparon altos cargos, en el sur, en el reino de Judá, según afirman los arqueólogos involucrados en la excavación.
En los tiempos modernos, cuando la gente quería asegurar una carta o un documento, lo notarizaban con un sello, y para ello suelen utilizar la cera. Hace miles de años, en la Edad del Hierro, la gente del Oriente Medio salvaguardaba la correspondencia usando un sellado de arcilla húmedo en el que se imprimía el sello.
Si el sello permanecía intacto, el destinatario podría saber que el contenido no había sido leído ni manipulado, nos explica Joe Uziel, el director de la excavación con Ortal Chalaf, por parte de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
Sorprendentemente, la intensa destrucción del reino de Israel por los asirios en el año 732 a.C. tuvo el efecto de disparar inadvertidamente el uso de sellos de arcilla.
"En la Jerusalén de la Edad de Hierro, desde aproximadamente en el siglo IX a.C., seguimos encontrando más y más pruebas de la administración previa a la destrucción del Primer Templo en el 586 a.C. (cuando Jerusalén fue conquistada por los babilonios )".
Cabe mencionar, sin embargo, que los arqueólogos y los historiadores siguen enérgicamente en desacuerdo sobre si la dinastía del rey David existió o no, o lo que fue.
Los últimos descubrimientos de sellos en estos últimos meses han sido localizados en la parte oriental de la Ciudad de David, en una excavación en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
La excavación terminó hace un mes, y los arqueólogos han estado ocupados clasificando y estudiando los hallazgos que refuerzan la colección de otros sellos y artefactos de la administración encontrados en la antigua Jerusalén.
"Los sellos anteriores, sellos del siglo IX a. C. y posiblemente hasta la primera parte del siglo VIII a.C, eran pictográficos. Muchos de ellos fueron encontrados en las etapas posteriores de la Edad del Hierro", le comentó Uziel al Haaretz. "Pero desde algún momento a finales del siglo VIII a.C. hasta el 586 a.C., los sellos comenzaron a llevar los nombres de los oficiales o funcionarios que sellaron las cartas o documentos".
"Estando en Jerusalén, estos funcionarios formaban parte del sistema de administración de Judea: Jerusalén era la capital de la monarquía de Judea", dice Uziel.
Revisando las impresiones de los sellos, muchos de los funcionarios que aparecen tienen nombres que pueden ser "atribuidos muy fehacientemente a la cultura de Judea", afirma Uziel.
"Y en una señal de que algunas cosas nunca cambian, algunos tenían evidentemente el nombre de celebridades locales. Es decir, los reyes de la época. De manera intrigante, algunos de los funcionarios tenían nombres procedentes de los monarcas israelitas, no necesariamente judeanos o judahitas.
Muchos de estos nombres tenían un elemento teofórico, lo que significa que una parte del nombre contenía el nombre del dios de esa cultura.
Ishbaal, por ejemplo, implica incorporar al dios cananeo ("hombre de Baal"), pero los judíos eligieron añadir "yahu" al nombre de Ezequías (Hezkiyahu en hebreo), siendo yahu el elemento teofórico del reino de Judá", nos comenta Uziel.
El elemento teofórico de yahu se encontró inadvertidamente una y otra vez en muchos de estos nombres.
Un sello que tuvo a los arqueólogos muy inquietos carecía de ese elemento teofórico. Tenía el nombre de "Ahiav ben Menajem". Ese es un nombre bíblico que pertenece al reino de Israel, pero que ahora se encontró en Judá.
Debido a la forma abstrusa en que se escribió el antiguo hebreo, Ahiav es posiblemente el mismo nombre que Ahab, el séptimo rey de Israel, quien presuntamente se dejó influir por los falsos dioses y cuyo reinado fue muy calumniado posteriormente. Los israelíes de hoy no utilizan para sus hijos el nombre de Ahab.
Es posible que su reputación fuera diferente en las últimas etapas del período del Primer Templo, sugiere Uziel. El nombre era común, incluso aparecía en los escritos de Josefo.
Menahem también era el nombre de un rey israelita: su historia es contada en 2 Reyes 15: 14-22.
Por lo tanto, el sello que lleva el nombre de Ahiav ben Menachem probablemente no se refería a un rey, sino que data de las postrimerías del desafortunado monarca en generaciones según los arqueólogos.
"Pero creemos que existió influencia del reino israelita en Judá, incluso entre los oficiales de Judá", continua Uziel, y procede a explicar por qué es interesante. Principalmente, por lo que le sucedió a las tribus israelitas después de la destrucción asiria del reino de Israel en 732 a.C. Muchos de ellos parecen haber huido al sur de Judá, moviéndose hacia las ciudades judías existentes, incluida Jerusalén.
Muy posiblemente algunos de los refugiados que llegaron a Jerusalén, en Judá, desde el reino del norte de Israel, encontraron un lugar entre los altos cargos en la administración de Jerusalén, según nos sugieren los arqueólogos. (Por supuesto, 150 años después, Judá sería destruida también por el rey Nabucodonosor, pero ésa es otra historia).
Aunque los sellos muestran la transición de los sellos pictográficos a los sellos escritos, los hallazgos en la antigua Jerusalén no pueden contribuir a la controversia sobre la alfabetización de la población durante la era del Primer Templo o en cualquier otro momento. A lo sumo, atestiguan la alfabetización en los ámbitos administrativo, político y religioso.
Otros nombres encontrados en sellos en Jerusalén son también de naturaleza bíblica, como Pinchas.
En el año 2015, se encontró en Jerusalén un sello de impresión de 2.700 años de antigüedad con el nombre del propio rey de la era bíblica Ezequías (Hezekiah). La impresión oval en el sello de arcilla, que probablemente fue fijada en un anillo, estaba en una escritura hebrea antigua: "Perteneciente a Hezekiah [hijo de] Ahaz rey de Judá".
También mostraba un sol con dos alas, orientadas hacia abajo, y flanqueado por dos símbolos del ankh que simbolizan la vida. Los símbolos indican que el sello fue creado al final de la vida del rey, y muestra la influencia asiria, según conjetura el experto de Jerusalén y arqueólogo Eilat Mazar.
Lo increíble es que el sello de Ezequías haya sido encontrado dentro de un edificio real en Jerusalén, donde había sido usado hace 2.700 años, demostrando su autenticidad, dijeron los arqueólogos de la época, Agregando que el descubrimiento proporcionaba un testimonio adicional del poderoso estatus de la antigua administración judahita en el Jerusalén de la época.
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