El Manuscrito de Tchacos “Evangelio de Judas”.
National Geographic: “Judas no traicionó a Jesús”. La National Geographic ha realizado un estudio al “Evangelio de Judas” y según esa investigaron Judas no traicionó a Jesús.
Un científico holandés llamado Hans van Oort, fue quien confirmó esta teoría, luego de encargarse de traducir una versión del "Evangelio de Judas".
El "Evangelio de Judas", es un texto que traducido actualmente modifica la imagen de traidor a Jesús que se tiene del apóstol, afirmó el científico.
Oort, dijo al diario "Trouw", que Judas ya no puede ser visto más como un traidor a partir de estas nuevas evidencias.
El documento estuvo perdido por más de 1.700 años y fue escrito durante los siglos 3 y 4 bajo el título “El relato secreto de la revelación que Jesús le participó a Judas Iscariote durante una semana, tres días antes de celebrar la Pascua”, y fue presentada por la revista estadounidense "National Geographic" en rueda de prensa.
El texto es auténtico, dijo Oort, que, según afirmó, ya lo leyó, y prueba que Judas fue incluso uno de los seguidores más fieles de Jesús, publicó el diario clarin.com
"Tú, Judas, ofrecerás el sacrificio de este cuerpo de hombre del que estoy revestido", dijo Jesús al apóstol. "Judas liberó a Jesús al entregarlo", dijo Oort. La palabra griega utilizada para "entregar" se traduce en relación a Judas siempre como "traicionar". "Si se lee el Evangelio de Judas, se entiende que esto ya no es sostenible", dijo Oort. Judas no fue el apóstol traidor (Efe, Washington)
De traidor a discípulo privilegiado. Judas no fue el delator que vendió a Jesús por unas monedas, sino el discípulo privilegiado al que se encarga la misión más difícil, sacrificarlo, según el documento Evangelio de Judas, dado ayer a conocer por la organización National Geographic.
Se trata de un papiro de 26 páginas encontrado en Egipto en 1978 y que ha rodado desde entonces por los círculos de anticuarios, pero cuyo contenido y edad se desconocían.
Los análisis de carbono 14, la tinta, el estilo de la escritura y el contenido han hecho llegar a la conclusión de que se trata de un texto escrito alrededor del año 300, según recogía ayer en una crónica para Efe César.
Terry García, vicepresidente ejecutivo de National Geographic Society, calificó el documento como uno de los tres textos antiguos más importantes descubiertos en el último siglo, junto con los manuscritos del Mar Muerto y los de Nag Hammadi (Egipto). Se conocía la existencia del Evangelio de Judas por una referencia hecha por el obispo Irineo de Lyon en el año 180 en su tratado "Contra la herejía", pero hasta ahora nadie sabía lo que decía.
El libro comienza así: "El relato secreto de la revelación que Jesús hizo en conversaciones con Judas Iscariote durante una semana antes de que celebrasen la Pascua". En él se pinta a Judas como "el único discípulo que conoce la identidad verdadera de Jesús", según George Wurst, profesor de la Universidad de Augsburg, en Alemania.
No lo traicionó, "sino sólo hizo lo que Jesús le pidió", afirmó Craig Evans, profesor de Nuevo Testamento de Acadia Divinity College, en Canadá. Así, Jesús dice a Judas en el libro: "Tú superarás a todos ellos. Tú sacrificarás al hombre que me encubre". Por ello, Judas, al entregar a Jesús a la muerte, facilita la salida del cuerpo y la liberación de la divinidad que llevaba dentro, según explicó Wurst.
No es la primera vez que se ha lanzado la hipótesis de que Judas actuó por indicación de su maestro al venderlo con un beso. Pero se trata del primer documento antiguo que defiende esta visión. Evans recuerda que en dos ocasiones Jesús pidió cosas en privado a dos de sus discípulos, según el Nuevo Testamento. "Es posible que el Evangelio de Judas fuera preservado en la memoria y que los otros discípulos no lo supieran", dijo.
¡Última noticia! ¡Judas Iscariote ha sido declarado inocente! (David Mandel)
Durante dos mil años Judas Iscariote ha sido denigrado como el apóstol traidor que delató a Jesús por dinero. Y, por similitud de los nombres "Judas" y "judío", también a los judíos se les culpó de la muerte de Jesús.
El National Geographic Society ha anunciado el descubrimiento del Evangelio según Judas, en el desierto egipcio. Se trata de un manuscrito, escrito alrededor del año 300, que traduce a la lengua cóptica el documento original en griego que fue escrito cien años antes.
El texto, en contraste con los evangelios de Marcos, Lucas, Mateo y Juan que acusan a Judas de estar poseído por Satanás, (Lucas 22:3), presenta a Judas como el confidente más cercano de Jesús y "el más grande de los apóstoles".
Según el Evangelio de Judas, tres días antes de la última cena Jesús, en una conversación secreta con Judas, le pidió que lo entregue a las autoridades, para poder así cumplir con su destino.
En 1965 el estudioso bíblico Hugh Schonfield presentó una tesis muy similar en su libro The Passover Plot
Esta versión de los hechos no debe causar sorpresa, ya que hay indicios de ello en los 4 evangelios del Nuevo Testamento:
a) Judas no tenía necesidad de las 30 monedas de plata que le pagaron las autoridades por entregar a Jesús, (Mateo 26:15) pues era el tesorero del grupo, (Juan 13:29), y, si lo que buscaba hubiese sido dinero, podía haberse fugado en cualquier momento con los fondos comunes. Por lo tanto, su motivación fue otra, y no el dinero.
b) Los versos 26 al 32 del capítulo 13 del Evangelio de Juan indican que Jesús era el único del grupo que tenía conocimiento de lo que Judas haría, y hasta le indicó que "lo haga rápido". Cuando Judas salió de inmediato a cumplir con su cometido, Jesús, dirigiéndose a los otros apóstoles que no entendían lo que estaba pasando, les dijo que pronto sería glorificado.
c) Judas se suicidó al saber que Jesús había sido condenado a muerte como resultado imprevisto y trágico del plan, (Mateo 27:4)
(Personalmente, estoy muy contento del descubrimiento del Evangelio según Judas, ya que, desde mis días de estudio en el colegio misionero protestante San Andrés - donde estudiaban casi todos los muchachos de la colectividad judía limeña - siempre sostuve que Judas era inocente).
El manuscrito Tchacos… (Pilar Ferreyra,Sibila Camps)
Autoridades religiosas, historiadores y teólogos destacaron el valor histórico del manuscrito Tchacos, presentado el jueves por la National Geographic Society como “El Evangelio de Judas”. Pero coincidieron en que no se trata de un texto cristiano sino elaborado por los cainitas, una secta gnóstica.
Esas 26 páginas fueron halladas en 1970 en El Minya, Egipto. Los análisis de radiocarbono del papiro y del cuero del códice, realizados por la Universidad de Arizona (Estados Unidos), lo fechan entre los años 220 y 340. “Este documento no puede ser obra de Judas Iscariote porque Judas se ahorcó el mismo día en que fue crucificado Cristo. Entonces, no puede haber ningún ‘Evangelio según Judas”, aclaró el diácono Andréi Kuráyev, conocido teólogo ortodoxo ruso y profesor de l a Academia Espiritual de Moscú. S e g ú n l o s textos del Nuevo Testamento, Jesús fue crucificado después de que el apóstol Judas lo vendiera en el jardín de Getsemaní por 30 monedas de plata a los romanos, que ocupaban la región.
Según el códice restaurado y traducido del copto por la National Geographic, la traición se vuelve un hecho glorioso: Judas fue el único que comprendió el mensaje de Jesús, quien le había pedido que lo entregara. “Tú, Judas, ofrecerás el sacrificio de este cuerpo de hombre del que estoy revestido”, dice el texto en copto, la lengua que se hablaba entonces en Egipto, y que aún hoy continúan hablando los cristianos en ese país. Este concepto es propio de los cainitas, una de las sectas gnósticas, explica monseñor Luis Rivas, experto en Sagradas Escrituras y profesor de Teología en la Facultad de Teología de la UCA. “Los gnósticos eran eclécticos: tomaban elementos del judaísmo, del cristianismo, de la religión de Irán, de la filosofía griega, y amasaban una doctrina para liberar al ser humano de todas las angustias de esta vida” . “Consideraban que el ser humano era un compuesto de alma y cuerpo, y que el alma era una chispa de la divinidad –continúa monseñor Rivas–. Pero caía en este mundo, encerrado en la cárcel que es el cuerpo”.
“La perfección consistía en buscar el camino para salir de ese cuerpo”. “Los cainitas pensaban que tanto Caín como Judas eran instrumento de la voluntad de Dios en contra de la materia, que consideraban negativa. El que Judas hubiera entregado a Jesús significaba que cumplía la voluntad de Dios para que se produjera la separación del espíritu y la materia; de ese modo, el hijo verdadero de Dios recobraba su antigua filiación, transformándose en energía espiritual”, completa el filósofo y teólogo José Pablo Martín, titular de Metafísica en la Universidad de Gral. Sarmiento.
Los gnósticos aparecen a fines del siglo II y principios del III en la provincia romana de Asia y en Oriente Medio, señala el padre Rivas. Los cainitas surgieron en el siglo III precisamente en Egipto. “Estos textos ya son mencionados p o r San Ireneo de Lyon, quien entre los años 180 y 200 escribió sus cinco libros Contra las herejías, donde rebate las doctrinas de los gnósticos”, recuerda el profesor. “Entre los siglos I y IV hubo más de cien evangelios –observa Martín–. Los canónicos, es decir, los oficiales, son cuatro; en ellos, Judas tiene la figura del traidor, que entrega a Jesús por dinero o porque no está de acuerdo con sus enseñanzas”. Pero ésta “es una figura construida, porque los Evangelios no son historia sino catequesis –hace notar el filósofo Rubén Dri, titular de Sociología de la Religión en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA–.
Se establecen normas de comportamiento que se basan en Jesús. Por lo tanto, hay una narración sobre Jesús que ya está interpretada sobre la fe de esa comunidad”. “Como eran comunidades perseguidas, sobre la base de la tortura del opresor del Imperio se obligaba a que alguno delatase a sus hermanos –prosigue Dri–. Así se construye la figura del traidor, para que no se caiga en la tentación de la traición y ésta quede totalmente condenada”. “Conocer lo que pensaba un grupo en esa época sirve para la historia de la teología, pero no modifica para nada las enseñanzas de la Iglesia”, afirma monseñor Rivas. El filósofo Martín coincide, al cotejar este texto con unidad en la escritura del cristianismo: “Esa unidad se hizo a partir del trabajo de la ortodoxia, pero descartando muchas otras fuentes y escuelas, consideradas heterodoxas. Quien diga que va a ser una novedad sobre las muy diferentes opiniones sobre el origen cristiano, es porque no conoce la literatura existente”. • Clarin
Evangelio de Judas (Jorge Dulitsky)
Estimados amigos, les envío este informe después de haber visto el programa de 2 horas de duración difundido por la National Geographic el 9 de abril. La presentación es excelente y abre muchos caminos para investigar la historia del cristianismo. El final del programa es de compromiso con la Iglesia, pues afirma que el Evangelio de Judas “no cambia nada”. Creo que obliga a repensar muchas cosas. Estas son mis conclusiones.
Estoy convencido que ningún hallazgo arqueológico debería cambiar la fe religiosa, pues el creyente no necesita pruebas. La investigación histórica sólo aporta comprobaciones del entorno en que sucedieron hechos que, como en el caso de Jesús, no están documentados y la única fuente son los Evangelios.
Cuando Ernst Renan anunció, en el siglo XIX, que Nazareth no existía en épocas de Jesús, se confirmó que muchas afirmaciones evangélicas fueron escritas con sentido misionero, no como relato histórico.
Hasta el siglo XIX era temerario poner en duda cualquier texto evangélico, pues hubiera sido un atentado contra del dogma. En esa época se determinó la 'infalibilidad del Papa', como modo de descartar cualquier hallazgo comprometedor. Pero desde esa época comenzó el interés por el Jesús histórico.
El siglo XX trajo muchas novedades gracias al naciente interés por la arqueología. A partir del descubrimiento de los manuscritos de Nag Hammaddi en Egipto en 1945 y los Rollos del Mar Muerto en 1947, la historia religiosa dejó de ser un monopolio de las autoridades vaticanas y despertó el interés del gran público. La mejor prueba es el apasionamiento actual provocado por el 'Código Da Vinci' y la aceptación de la posibilidad que María Magdalena fuera la pareja de Jesús.
El problema con el Evangelio de Judas no es determinar su autenticidad, sino que la aparición de tantos documentos obliga a preguntarse la razón por la que sólo se admitieron como buenos los evangelios de Marcos, Mateo, Lucas y Juan. Estoy convencido que los más de 50 evangelios encontrados hasta ahora son todos auténticos y relatan, cada cual a su modo, las enseñanzas de Jesús. Y en todo caso, habría que investigar también la autenticidad de los canónicos.
Sucede que existieron muchos cristianismos. Desde sus comienzos dentro del judaísmo, las ideas de Saulo de Tarso, luego san Pablo, eran muy diferentes a las de Santiago, el hermano de Jesús y cabeza de la secta judeocristiana en Jerusalén. Las discusiones teológicas dieron lugar a la formación de docenas de sectas y una de las más importantes fue la gnóstica. A esa secta se atribuye la mayor parte de los evangelios encontrados en Egipto. Sus integrantes fueron perseguidos por sus adversarios cristianos y sus escritos fueron destruidos. Los que se encontraron fueron ejemplares puestos a salvo por algún grupo de creyentes en esa variante religiosa y ahora salieron a la luz.
A partir de los Rollos del Mar Muerto, se deduce que Jesús fue esenio, su prédica es coincidente con muchas ideas esenias - y diferentes del resto de las predominantes en Judea. Entre otras, por ejemplo, la necesidad de destruir el Templo construido por Herodes, que era un nido de mercaderes que no respetaban la ley mosaica.
También se sabe ahora que Jesús tenía amigos zelotas, los militantes que querían enfrentar a los romanos con las armas. Zelota significaba 'celoso del cumplimiento de la Ley'. Judas era un zelota y posiblemente Pedro era otro. Y la militancia revolucionaria de Jesús ya no puede ponerse en dudas.
Se supone que los evangelios canónicos fueron escritos medio siglo después de la desaparición de Jesús, por autores anónimos que jamás lo conocieron. Fueron redactados en griego, idioma ajeno a la zona donde había vivido Jesús, cuyo nombre también fue una traducción al griego, pues Jesús se llamaba Yeshua - que significa Salvador - y Judas se llamaba Yehuda, que significa judío, y es probable que ambos nombres fueran sobrenombres.
Los cuatro evangelios canónicos tal como los conocemos no son los originales: los ejemplares más antiguos que se conocen son del siglo IV, aprobados en Nicea por orden de Constantino luego de sufrir modificaciones que permitieron adaptarlos a las circunstancias históricas de ese momento.
Constantino ordenó destruir los demás evangelios, que recibieron el confuso calificativo de apócrifos, aunque todos eran tan originales y genuinos como los de Mateo, Lucas, Marcos y Juan. No podemos estar seguros de la autenticidad del Evangelio de Judas, pero está claro que los evangelios aprobados fueron 'seleccionados' y 'depurados' por los padres de la iglesia para hacerlos coincidir con las corrientes cristianas que se impusieron, frente a las que recibieron el nombre de herejes. Muy pocos saben que la persecución y muerte entre las diferentes sectas cristianas cobró más vidas que las de los romanos.
Creo que los aportes de la investigación histórica sobre episodios religiosos deben ser tomados como indicios sobre una realidad que fue diferente a la que conocíamos hasta ahora. El papel de Judas siempre fue puesto en duda por los historiadores. No necesitaba los 30 denarios, con lo que se podían comprar 3000 panes. Era el tesorero del grupo y disponía el manejo del patrimonio común. Su llamada 'traición' era innecesaria pues Jesús no se escondía, cualquiera sabía donde encontrarlo.
El Evangelio de Judas afirma que Jesús privilegió a Judas cuando lo puso al tanto de su plan: 'despojarse de su cuerpo humano para volver al Padre'. Para eso, Judas debía denunciarlo a las autoridades del Templo y se produciría un enfrentamiento definitivo. Pero intervinieron los romanos, que consideraron que la prédica de Jesús era subversiva. Su entrada en Jerusalén el Domingo de Ramos, como descendiente de David con pretensiones al trono de Israel, fue un claro desafío a la autoridad imperial, lo que provocó su detención y ejecución por decisión de Pilatos.
La idea de convertirse en mártir era común en la Judea del primer siglo. La esperanza de una vida mejor después de la muerte estaba muy difundida. A pesar de lo difícil de hacer comparaciones, muchos suicidas islámicos de la actualidad creen que les espera un Paraíso en el más allá. Es una idea ancestral cuyas raíces deben buscarse en la situación apocalíptica de Judea, desde la época del Libro de Daniel.
El ejemplo de Masada con 960 judíos que prefirieron la muerte al sometimiento a los romanos lo prueba. No sería imposible que Jesús hubiera pensado en algo parecido, tal como lo sugiere el Evangelio de Judas. Y eso cambia la circunstancia histórica, no la fe cristiana. La idea no es nueva: Nikos Kazantzakis la propuso en 'La Última Tentación' y también está sugerida en el 'JesusChrist Superstar' de A. L. Weber.
La revisión de la actitud de Judas preocupa a los religiosos pues cambia el escenario de la Pasión. A tal punto que hay un grupo de jesuitas alemanes que proponen su beatificación, por haber sido el apóstol que entendió el plan de Jesús.
Sería deseable que, sin desmedro para el dogma, las autoridades vaticanas tomen conciencia que los orígenes del cristianismo fueron diferentes a lo que se enseña en los seminarios. Que la culpa atribuida a los judíos por un crimen cometido por los romanos fue un recurso del siglo IV que les permitió aliarse con sus antiguos enemigos, en Roma. Pero las muertes inocentes causadas por esa errónea acusación costó millones de víctimas durante los últimos dos milenios. Es hora que la iglesia corrija ese punto.
Irónicamente, el promotor del cristianismo triunfante fue Constantino, el emperador que lo admitió como religión posible - no oficial - del imperio. Envió a Helena, su madre, para averiguar algo de Jesús en Tierra Santa y ella determinó por revelación ciertos lugares y hechos de la Pasión que figuran en la tradición, no en los evangelios - como el Via Crucis o la ubicación del Santo Sepulcro. Mientras, Constantino siguió haciendo ofrendas al 'Sol Invictus', su religión pagana, y sólo permitió ser bautizado minutos antes de morir, por un sacerdote cristiano, perteneciente a la secta arriana.
Opinión del Papá.
El Pontífice dijo que el personaje bíblico era "mentiroso", ávido de dinero y que personalizaba al "hombre inmundo"
En medio de la polémica suscitada por el texto difundido por la National Geographic, que asegura que Judas no fue un traidor que vendió a Cristo, sino que cumplió una misión, Benedicto XVI afirmó que este acto fue un rechazo neto al amor de Dios.
Judas Iscariote personaliza al "hombre inmundo" para quien el dinero, el poder y el éxito son más importantes que el amor y no duda en vender a Jesús, afirmó ayer el Papa Benedicto XVI en unas palabras con las que de modo indirecto desautorizó el recientemente divulgado "Evangelio de Judas", que revisa la figura del personaje bíblico, asegurando que no fue un traidor, sino que cumplió una misión muy concreta pedida por el propio Jesús.
Aunque el Vaticano no se ha pronunciado oficialmente sobre este texto -difundido por la asociación estadounidense National Geographic- que revisa la figura de Judas Iscariote, Benedicto XVI afirmó ayer durante la Misa de la Ultima Cena, en la basílica de San Juan de Letrán, que la traición de Judas fue totalmente libre, un rechazo neto al amor de Dios. "¿Qué es lo que hace al hombre inmundo? El rechazo del amor, el no querer ser amado y el no amar. En Judas vemos la naturaleza de ese rechazo con más claridad. El valoró a Jesús según las categorías del poder y del éxito", aseguró el Pontífice.
Joseph Ratzinger agregó que Judas tenía avidez de dinero: "El dinero para él era más importante que la unión con Jesús, más importante que Dios y que su amor". Judas, según el Papa, se convirtió en un "mentiroso, uno que juega a dos cartas y rompe con la verdad, uno que vive en la mentira y pierde de esa manera el sentido de la verdad suprema". "De ese modo se endureció y fue incapaz de la conversión, del confiado regreso del hijo pródigo, y tiró su vida destruida", destacó el Papa. Benedicto XVI reafirmó que en Judas se da la soberbia de quien cree que no necesita de purificación alguna, de quien se cierra a la bondad salvadora de Dios, es decir, "todo lo que hace al hombre inmundo".
Texto apócrifo
El conocido como "Evangelio de Judas" es un conjunto de papiros encontrado en Egipto en 1970, cuyo contenido y edad se desconocían y, según confirmó el pasado día 6 la National Geographic, fue escrito en torno al siglo III, obra de la secta gnóstica de los cainitas. El manuscrito contiene, en una traducción al copto del original griego, la única copia conocida del supuesto "Evangelio de Judas" del que hizo referencia en el año 180 el obispo Ireneo de Lyon, en su tratado "Contra los herejes".
Según los traductores de ese polémico códice, Judas no fue un traidor que vendió a Cristo por 30 monedas, sino que cumplió una misión muy concreta, pedida por el mismo Jesús, la de traicionarlo para que fuera sacrificado "y su esencia divina escapara de la prisión del cuerpo y se elevara al espacio celestial".
El profesor Rodolphe Kasser, de 79 años, responsable de la coordinación de los equipos de traductores y restauradores que en Suiza se ocuparon de sacar a la luz este texto apócrifo, explica que el manuscrito choca con la tradición católica, ya que sostiene que Judas cumplió una misión encomendada por Jesús. "Sería entonces un favor y un sacrificio por parte de Judas", añade Kasser en una entrevista publicada ayer por el diario madrileño El País.
Según Kasser, este evangelio "cambia por completo la óptica tradicional sobre Judas. No hay traición, sino que Judas cumple una misión muy concreta encomendada por el propio Jesús". De hecho, el investigador recuerda que en el Evangelio tradicional "hay un momento tras la Ultima Cena en el que Jesús dice a Judas: 'Ve a cumplir tu misión'".
Sin embargo, el propio Kasser admite que "los teólogos de la Iglesia Católica dicen que las revelaciones del Evangelio de Judas no son tan importantes ni añaden nada trascendente". En efecto, tanto teólogos católicos como representantes del Patriarcado Ortodoxo de Moscú han manifestado que las revelaciones del "Evangelio de Judas" no son importantes ni cambian la doctrina cristiana.
El origen del documento hallado en Egipto.
El Evangelio de Judas fue hallado por un granjero en 1970, en una cueva de El Minya, Egipto. El códice encuadernado en cuero fue vendido a un anticuario de El Cairo, quien intentó comercializarlo sin éxito. Tras varios fracasos, en 1984 lo depositó en una caja fuerte de EE.UU., donde estuvo 16 años.
En 2000, la experta en arte Frieda Tchacos Nussberger lo adquirió y lo cedió a expertos que iniciaron su restauración. Así fue identificado como una copia del Evangelio de Judas, escrita cerca del 300 d.C. en lengua copta, propia de los primeros cristianos egipcios. El manuscrito indica que el apóstol no traicionó a Jesús por 30 piezas de plata, sino que su acción obedeció a los deseos del mismo profeta, quien buscaba completar su misión en la Tierra.
"Tú, Judas, ofrecerás el sacrificio de este cuerpo de hombre del que estoy revestido", dice Jesús. Además, Judas es descrito como cercano colaborador de su maestro, quien le advierte que será "maldecido por otras generaciones".
La Conferencia Episcopal Peruana considera oportuno y necesario manifestar lo que sigue, respecto al mencionado “Evangelio de Judas”, presentado a publicidad, justamente cuando la fecha de la Semana Santa y la Fiesta Pascual de la Nuestra Iglesia Católica, enfocaban para la Iglesia Universal el sacrificio salvador de Jesús, el Cristo.
1. No, no es una casualidad. El objetivo es desvirtuar la fe y la sensibilidad de los creyentes, especialmente de los más sencillos. Poner en duda su creencia fundamental: La encarnación y la divinidad de Jesús.
2. La Pregunta que hay que formula es la siguiente: ¿Este evangelio apócrifo daña la verdad contenida en los evangelios canónicos de Mateo, Marcos, Lucas y Juan?
3. La respuesta es No, por las siguientes razones:
3.1. No se puede demostrar científicamente que el llamado “Evangelio de Judas” haya sido escrito en la época apostólica, ni mucho menos que haya sido escrito por el mismo Judas Iscariote.
3.2. El “evangelio de Judas” se remonta a un escrito de finales del siglo II. En adelante D.C.
3.3. Sin duda, es un escrito posterior a los Evangelios Canónicos, escritos entre los años 50 y 60 D. C. y sobre todo es un escrito posterior a la predicación apostólica oral.
3.4. Quiere decir, que el “Evangelio de Judas” aparece cuando los cristianos ya poseen una doctrina evangélica propia y ya desde esa época era rechazado como contrario a la sana doctrina, por el testimonio de San Ireneo (125-200 d. C, aproximadamente), quien luchó contra la doctrina gnóstica, que es la que se refleja en el “evangelio de Judas” y que fue precisamente una de las doctrinas contra las cuales luchó el cristianismo de los primeros siglos y que hoy se trata de revivir fuera de un contexto histórico.
3.5. Los gnósticos atribuyen a Dios el mal en el mundo y afirman que creó el mundo de un modo desordenado, y por eso son partidarios de la rehabilitación de figuras del Antiguo Testamento como Caín, que mató a su hermano Abel, y Esaú, el hermano mayor de Jacob, que vendió sus derechos de primogenitura por un plato de lentejas. Judas encaja perfectamente en la visión gnóstica que muestra que Dios quiere el mal en el mundo.
3.6. La corriente gnóstica también desprecia la naturaleza corpórea del hombre, su cuerpo; de ahí que es necesario superar lo corporal mediante el conocimiento espiritual.
3.7. Esta doctrina gnóstica encaja en el “evangelio de Judas”, porque según el mencionado evangelio, Jesús pide a Judas que lo ayude a liberarse de su cuerpo diciendo: “sacrificarás el hombre que se viste”. Según los gnósticos Jesús se vistió de hombre, es decir sólo tuvo apariencia del hombre. Luego, el cuerpo es una prisión de la que hay que liberarse.
3.9 El texto del “evangelio de Judas” es un atentado auténtico contra la verdadera humanidad de Cristo. Ven a Cristo como un Dios disfrazado de hombre y que es prisionero de ese disfraz. La Verdad revelada nos asegura que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero Hombre. El no se disfrazó de hombre, sino que se hizo hombre, se encarnó.
3.10 Aceptar como verdad lo que está contenido en el evangelio de Judas significaría admitir que Dios infinitamente bueno es malo, es decir, que Dios utiliza a los hombres para que ellos hagan cosas malas.
3.11 Una cosa es que Dios no vaya contra la libertad del hombre y permita que el hombre utilice mal su libertad para el pecado y, otra cosa es que los ulitice para el mal, como es el pedido a Judas, en este evangelio apócrifo.
4. No debemos perder de vista que:
4.1 Las verdades del cristianismo no nacen en los escritos evangélicos, sino mas bien que los escritos evangélicos se fundan en la enseñanza apostólica, que ya existía mucho antes en forma de tradición oral viva y, esa Tradición oral parte del mismo Jesucritos.
4.2 Los escritos Bíblicos, inspirados por Dios, ven la necesidad de poner por escrito la verdad revelada, una verdad que podía desvirtuarse debido a falsas interpretaciones y herejías, como aquella del gnosticismo.
5. Finalmente, el “evangelio de Judas” ¿supone un desafío de la Fe de la Iglesia Católica? ¿Sucumbirán los cimientos del cristianismo como sugieren algunos medio de prensa?. Ciertamente que no. El “evangelio de Judas es un texto gnóstico que tiene valor histórico si es verdadero, pero no sugiere ningún desafío para el cristianismo; y la Iglesia no ha tratado de encubrir este texto ni otros como dicen Dan Brown, autor del Código Da Vinci y otros autores de apoyan la teoría de la conspiración. (todas estas obras tienen como objetivo, desvirtuar y hacer negocio).
6. La Iglesia no ha ocultado la existencia de los gnósticos ni sus escritos pero si los ha combatido por sus grandes errores doctrinales.
7. Jesús prometió el Espíritu Santo y su presencia hasta el fin de los tiempos y también dijo que las puertas del mal, del infierno, no prevalecerán contra la Iglesia (Mt. 16,18).
Lima, 5 de Mayo de 2006.
+ Héctor Miguel Cabrejos Vidarte OFM
+ Juan José Larrañeta Olleta O. P.
Arzobispo Metropolitano de Trujillo
Obispo Vicario Apostólico de Puerto Maldonado
Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana
Secretario General de la Conferencia Episcopal
Opinión del editor (Jaime Gorenstein)
Una de las “técnicas perdidas” de las Escuelas de Pensamiento Objetivo se denominaba “Repetición”… y consistía en recrear la leyenda de un mito en el escenario de la vida real. Era una puesta en escena de naturaleza consciente donde cada actor tenía que desempeñar su rol de manera precisa al guión matriz preestablecido. El conjunto de actuaciones provocaba desenlaces previstos de antemano. La idea era poner a prueba experimentos psicosocialeles que probaran que vivimos en un mundo mecánico, donde a circunstancia dada, fenómeno que se activa en el sentido de la voluntad del guión.
La actuación conciente de cierto número limitado de actores producía la “actuación” mecánica de muchos otros, re-escenificando así el tema del mito y el objetivo del guión.
Muchas supuestas historias, justamente aquellas que no han dejado rastro arqueológico alguno, pertenecen a esta técnica objetiva. El caso del mito de Jesús es especialmente relevante: Veamos:
Actores: Jesús y sus doce apóstoles.
Fuente principal: Libro de Isaías y otros.
Tema: El Mesías.
Ambientación: Jerusalem y alrededores.
Guión: HOMBRES Nº 5,6,7.
Otras fuentes importantes: Mito de Mitra.
La puesta en escena de esta obra inició el proceso histórico real que ahora llamamos cristianismo.
A esta técnica le siguió una más modesta cuyas raíces se encuentran en Egipto y que se llamó “Misterios”…
La enorme producción literaria que se desató luego del estreno de la "obra" duro varios siglos, durante los cuales se produjeron textos que se escribieron en un estilo sacerdotal antiguo en el que describen escenas grabadas en la memoria colectiva – todas parciales y conflictivas como es obvio – que hoy conocemos como los evangelios, pero que son en realidad “misterios”.
Lo rescatable de todos ellos - sin excepción alguna – son las enseñanzas que han quedado registradas en sus textos. Si el actor principal, el tema y el libro de la obra eran judíos… la autenticidad de su enseñanza estaría asegurada o desechada por la simple comparación con la Enseñanza Objetiva del libro base... la Torá.
Buscando la Verdad 2006.
Un científico holandés llamado Hans van Oort, fue quien confirmó esta teoría, luego de encargarse de traducir una versión del "Evangelio de Judas".
El "Evangelio de Judas", es un texto que traducido actualmente modifica la imagen de traidor a Jesús que se tiene del apóstol, afirmó el científico.
Oort, dijo al diario "Trouw", que Judas ya no puede ser visto más como un traidor a partir de estas nuevas evidencias.
El documento estuvo perdido por más de 1.700 años y fue escrito durante los siglos 3 y 4 bajo el título “El relato secreto de la revelación que Jesús le participó a Judas Iscariote durante una semana, tres días antes de celebrar la Pascua”, y fue presentada por la revista estadounidense "National Geographic" en rueda de prensa.
El texto es auténtico, dijo Oort, que, según afirmó, ya lo leyó, y prueba que Judas fue incluso uno de los seguidores más fieles de Jesús, publicó el diario clarin.com
"Tú, Judas, ofrecerás el sacrificio de este cuerpo de hombre del que estoy revestido", dijo Jesús al apóstol. "Judas liberó a Jesús al entregarlo", dijo Oort. La palabra griega utilizada para "entregar" se traduce en relación a Judas siempre como "traicionar". "Si se lee el Evangelio de Judas, se entiende que esto ya no es sostenible", dijo Oort. Judas no fue el apóstol traidor (Efe, Washington)
De traidor a discípulo privilegiado. Judas no fue el delator que vendió a Jesús por unas monedas, sino el discípulo privilegiado al que se encarga la misión más difícil, sacrificarlo, según el documento Evangelio de Judas, dado ayer a conocer por la organización National Geographic.
Se trata de un papiro de 26 páginas encontrado en Egipto en 1978 y que ha rodado desde entonces por los círculos de anticuarios, pero cuyo contenido y edad se desconocían.
Los análisis de carbono 14, la tinta, el estilo de la escritura y el contenido han hecho llegar a la conclusión de que se trata de un texto escrito alrededor del año 300, según recogía ayer en una crónica para Efe César.
Terry García, vicepresidente ejecutivo de National Geographic Society, calificó el documento como uno de los tres textos antiguos más importantes descubiertos en el último siglo, junto con los manuscritos del Mar Muerto y los de Nag Hammadi (Egipto). Se conocía la existencia del Evangelio de Judas por una referencia hecha por el obispo Irineo de Lyon en el año 180 en su tratado "Contra la herejía", pero hasta ahora nadie sabía lo que decía.
El libro comienza así: "El relato secreto de la revelación que Jesús hizo en conversaciones con Judas Iscariote durante una semana antes de que celebrasen la Pascua". En él se pinta a Judas como "el único discípulo que conoce la identidad verdadera de Jesús", según George Wurst, profesor de la Universidad de Augsburg, en Alemania.
No lo traicionó, "sino sólo hizo lo que Jesús le pidió", afirmó Craig Evans, profesor de Nuevo Testamento de Acadia Divinity College, en Canadá. Así, Jesús dice a Judas en el libro: "Tú superarás a todos ellos. Tú sacrificarás al hombre que me encubre". Por ello, Judas, al entregar a Jesús a la muerte, facilita la salida del cuerpo y la liberación de la divinidad que llevaba dentro, según explicó Wurst.
No es la primera vez que se ha lanzado la hipótesis de que Judas actuó por indicación de su maestro al venderlo con un beso. Pero se trata del primer documento antiguo que defiende esta visión. Evans recuerda que en dos ocasiones Jesús pidió cosas en privado a dos de sus discípulos, según el Nuevo Testamento. "Es posible que el Evangelio de Judas fuera preservado en la memoria y que los otros discípulos no lo supieran", dijo.
¡Última noticia! ¡Judas Iscariote ha sido declarado inocente! (David Mandel)
Durante dos mil años Judas Iscariote ha sido denigrado como el apóstol traidor que delató a Jesús por dinero. Y, por similitud de los nombres "Judas" y "judío", también a los judíos se les culpó de la muerte de Jesús.
El National Geographic Society ha anunciado el descubrimiento del Evangelio según Judas, en el desierto egipcio. Se trata de un manuscrito, escrito alrededor del año 300, que traduce a la lengua cóptica el documento original en griego que fue escrito cien años antes.
El texto, en contraste con los evangelios de Marcos, Lucas, Mateo y Juan que acusan a Judas de estar poseído por Satanás, (Lucas 22:3), presenta a Judas como el confidente más cercano de Jesús y "el más grande de los apóstoles".
Según el Evangelio de Judas, tres días antes de la última cena Jesús, en una conversación secreta con Judas, le pidió que lo entregue a las autoridades, para poder así cumplir con su destino.
En 1965 el estudioso bíblico Hugh Schonfield presentó una tesis muy similar en su libro The Passover Plot
Esta versión de los hechos no debe causar sorpresa, ya que hay indicios de ello en los 4 evangelios del Nuevo Testamento:
a) Judas no tenía necesidad de las 30 monedas de plata que le pagaron las autoridades por entregar a Jesús, (Mateo 26:15) pues era el tesorero del grupo, (Juan 13:29), y, si lo que buscaba hubiese sido dinero, podía haberse fugado en cualquier momento con los fondos comunes. Por lo tanto, su motivación fue otra, y no el dinero.
b) Los versos 26 al 32 del capítulo 13 del Evangelio de Juan indican que Jesús era el único del grupo que tenía conocimiento de lo que Judas haría, y hasta le indicó que "lo haga rápido". Cuando Judas salió de inmediato a cumplir con su cometido, Jesús, dirigiéndose a los otros apóstoles que no entendían lo que estaba pasando, les dijo que pronto sería glorificado.
c) Judas se suicidó al saber que Jesús había sido condenado a muerte como resultado imprevisto y trágico del plan, (Mateo 27:4)
(Personalmente, estoy muy contento del descubrimiento del Evangelio según Judas, ya que, desde mis días de estudio en el colegio misionero protestante San Andrés - donde estudiaban casi todos los muchachos de la colectividad judía limeña - siempre sostuve que Judas era inocente).
El manuscrito Tchacos… (Pilar Ferreyra,Sibila Camps)
Autoridades religiosas, historiadores y teólogos destacaron el valor histórico del manuscrito Tchacos, presentado el jueves por la National Geographic Society como “El Evangelio de Judas”. Pero coincidieron en que no se trata de un texto cristiano sino elaborado por los cainitas, una secta gnóstica.
Esas 26 páginas fueron halladas en 1970 en El Minya, Egipto. Los análisis de radiocarbono del papiro y del cuero del códice, realizados por la Universidad de Arizona (Estados Unidos), lo fechan entre los años 220 y 340. “Este documento no puede ser obra de Judas Iscariote porque Judas se ahorcó el mismo día en que fue crucificado Cristo. Entonces, no puede haber ningún ‘Evangelio según Judas”, aclaró el diácono Andréi Kuráyev, conocido teólogo ortodoxo ruso y profesor de l a Academia Espiritual de Moscú. S e g ú n l o s textos del Nuevo Testamento, Jesús fue crucificado después de que el apóstol Judas lo vendiera en el jardín de Getsemaní por 30 monedas de plata a los romanos, que ocupaban la región.
Según el códice restaurado y traducido del copto por la National Geographic, la traición se vuelve un hecho glorioso: Judas fue el único que comprendió el mensaje de Jesús, quien le había pedido que lo entregara. “Tú, Judas, ofrecerás el sacrificio de este cuerpo de hombre del que estoy revestido”, dice el texto en copto, la lengua que se hablaba entonces en Egipto, y que aún hoy continúan hablando los cristianos en ese país. Este concepto es propio de los cainitas, una de las sectas gnósticas, explica monseñor Luis Rivas, experto en Sagradas Escrituras y profesor de Teología en la Facultad de Teología de la UCA. “Los gnósticos eran eclécticos: tomaban elementos del judaísmo, del cristianismo, de la religión de Irán, de la filosofía griega, y amasaban una doctrina para liberar al ser humano de todas las angustias de esta vida” . “Consideraban que el ser humano era un compuesto de alma y cuerpo, y que el alma era una chispa de la divinidad –continúa monseñor Rivas–. Pero caía en este mundo, encerrado en la cárcel que es el cuerpo”.
“La perfección consistía en buscar el camino para salir de ese cuerpo”. “Los cainitas pensaban que tanto Caín como Judas eran instrumento de la voluntad de Dios en contra de la materia, que consideraban negativa. El que Judas hubiera entregado a Jesús significaba que cumplía la voluntad de Dios para que se produjera la separación del espíritu y la materia; de ese modo, el hijo verdadero de Dios recobraba su antigua filiación, transformándose en energía espiritual”, completa el filósofo y teólogo José Pablo Martín, titular de Metafísica en la Universidad de Gral. Sarmiento.
Los gnósticos aparecen a fines del siglo II y principios del III en la provincia romana de Asia y en Oriente Medio, señala el padre Rivas. Los cainitas surgieron en el siglo III precisamente en Egipto. “Estos textos ya son mencionados p o r San Ireneo de Lyon, quien entre los años 180 y 200 escribió sus cinco libros Contra las herejías, donde rebate las doctrinas de los gnósticos”, recuerda el profesor. “Entre los siglos I y IV hubo más de cien evangelios –observa Martín–. Los canónicos, es decir, los oficiales, son cuatro; en ellos, Judas tiene la figura del traidor, que entrega a Jesús por dinero o porque no está de acuerdo con sus enseñanzas”. Pero ésta “es una figura construida, porque los Evangelios no son historia sino catequesis –hace notar el filósofo Rubén Dri, titular de Sociología de la Religión en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA–.
Se establecen normas de comportamiento que se basan en Jesús. Por lo tanto, hay una narración sobre Jesús que ya está interpretada sobre la fe de esa comunidad”. “Como eran comunidades perseguidas, sobre la base de la tortura del opresor del Imperio se obligaba a que alguno delatase a sus hermanos –prosigue Dri–. Así se construye la figura del traidor, para que no se caiga en la tentación de la traición y ésta quede totalmente condenada”. “Conocer lo que pensaba un grupo en esa época sirve para la historia de la teología, pero no modifica para nada las enseñanzas de la Iglesia”, afirma monseñor Rivas. El filósofo Martín coincide, al cotejar este texto con unidad en la escritura del cristianismo: “Esa unidad se hizo a partir del trabajo de la ortodoxia, pero descartando muchas otras fuentes y escuelas, consideradas heterodoxas. Quien diga que va a ser una novedad sobre las muy diferentes opiniones sobre el origen cristiano, es porque no conoce la literatura existente”. • Clarin
Evangelio de Judas (Jorge Dulitsky)
Estimados amigos, les envío este informe después de haber visto el programa de 2 horas de duración difundido por la National Geographic el 9 de abril. La presentación es excelente y abre muchos caminos para investigar la historia del cristianismo. El final del programa es de compromiso con la Iglesia, pues afirma que el Evangelio de Judas “no cambia nada”. Creo que obliga a repensar muchas cosas. Estas son mis conclusiones.
Estoy convencido que ningún hallazgo arqueológico debería cambiar la fe religiosa, pues el creyente no necesita pruebas. La investigación histórica sólo aporta comprobaciones del entorno en que sucedieron hechos que, como en el caso de Jesús, no están documentados y la única fuente son los Evangelios.
Cuando Ernst Renan anunció, en el siglo XIX, que Nazareth no existía en épocas de Jesús, se confirmó que muchas afirmaciones evangélicas fueron escritas con sentido misionero, no como relato histórico.
Hasta el siglo XIX era temerario poner en duda cualquier texto evangélico, pues hubiera sido un atentado contra del dogma. En esa época se determinó la 'infalibilidad del Papa', como modo de descartar cualquier hallazgo comprometedor. Pero desde esa época comenzó el interés por el Jesús histórico.
El siglo XX trajo muchas novedades gracias al naciente interés por la arqueología. A partir del descubrimiento de los manuscritos de Nag Hammaddi en Egipto en 1945 y los Rollos del Mar Muerto en 1947, la historia religiosa dejó de ser un monopolio de las autoridades vaticanas y despertó el interés del gran público. La mejor prueba es el apasionamiento actual provocado por el 'Código Da Vinci' y la aceptación de la posibilidad que María Magdalena fuera la pareja de Jesús.
El problema con el Evangelio de Judas no es determinar su autenticidad, sino que la aparición de tantos documentos obliga a preguntarse la razón por la que sólo se admitieron como buenos los evangelios de Marcos, Mateo, Lucas y Juan. Estoy convencido que los más de 50 evangelios encontrados hasta ahora son todos auténticos y relatan, cada cual a su modo, las enseñanzas de Jesús. Y en todo caso, habría que investigar también la autenticidad de los canónicos.
Sucede que existieron muchos cristianismos. Desde sus comienzos dentro del judaísmo, las ideas de Saulo de Tarso, luego san Pablo, eran muy diferentes a las de Santiago, el hermano de Jesús y cabeza de la secta judeocristiana en Jerusalén. Las discusiones teológicas dieron lugar a la formación de docenas de sectas y una de las más importantes fue la gnóstica. A esa secta se atribuye la mayor parte de los evangelios encontrados en Egipto. Sus integrantes fueron perseguidos por sus adversarios cristianos y sus escritos fueron destruidos. Los que se encontraron fueron ejemplares puestos a salvo por algún grupo de creyentes en esa variante religiosa y ahora salieron a la luz.
A partir de los Rollos del Mar Muerto, se deduce que Jesús fue esenio, su prédica es coincidente con muchas ideas esenias - y diferentes del resto de las predominantes en Judea. Entre otras, por ejemplo, la necesidad de destruir el Templo construido por Herodes, que era un nido de mercaderes que no respetaban la ley mosaica.
También se sabe ahora que Jesús tenía amigos zelotas, los militantes que querían enfrentar a los romanos con las armas. Zelota significaba 'celoso del cumplimiento de la Ley'. Judas era un zelota y posiblemente Pedro era otro. Y la militancia revolucionaria de Jesús ya no puede ponerse en dudas.
Se supone que los evangelios canónicos fueron escritos medio siglo después de la desaparición de Jesús, por autores anónimos que jamás lo conocieron. Fueron redactados en griego, idioma ajeno a la zona donde había vivido Jesús, cuyo nombre también fue una traducción al griego, pues Jesús se llamaba Yeshua - que significa Salvador - y Judas se llamaba Yehuda, que significa judío, y es probable que ambos nombres fueran sobrenombres.
Los cuatro evangelios canónicos tal como los conocemos no son los originales: los ejemplares más antiguos que se conocen son del siglo IV, aprobados en Nicea por orden de Constantino luego de sufrir modificaciones que permitieron adaptarlos a las circunstancias históricas de ese momento.
Constantino ordenó destruir los demás evangelios, que recibieron el confuso calificativo de apócrifos, aunque todos eran tan originales y genuinos como los de Mateo, Lucas, Marcos y Juan. No podemos estar seguros de la autenticidad del Evangelio de Judas, pero está claro que los evangelios aprobados fueron 'seleccionados' y 'depurados' por los padres de la iglesia para hacerlos coincidir con las corrientes cristianas que se impusieron, frente a las que recibieron el nombre de herejes. Muy pocos saben que la persecución y muerte entre las diferentes sectas cristianas cobró más vidas que las de los romanos.
Creo que los aportes de la investigación histórica sobre episodios religiosos deben ser tomados como indicios sobre una realidad que fue diferente a la que conocíamos hasta ahora. El papel de Judas siempre fue puesto en duda por los historiadores. No necesitaba los 30 denarios, con lo que se podían comprar 3000 panes. Era el tesorero del grupo y disponía el manejo del patrimonio común. Su llamada 'traición' era innecesaria pues Jesús no se escondía, cualquiera sabía donde encontrarlo.
El Evangelio de Judas afirma que Jesús privilegió a Judas cuando lo puso al tanto de su plan: 'despojarse de su cuerpo humano para volver al Padre'. Para eso, Judas debía denunciarlo a las autoridades del Templo y se produciría un enfrentamiento definitivo. Pero intervinieron los romanos, que consideraron que la prédica de Jesús era subversiva. Su entrada en Jerusalén el Domingo de Ramos, como descendiente de David con pretensiones al trono de Israel, fue un claro desafío a la autoridad imperial, lo que provocó su detención y ejecución por decisión de Pilatos.
La idea de convertirse en mártir era común en la Judea del primer siglo. La esperanza de una vida mejor después de la muerte estaba muy difundida. A pesar de lo difícil de hacer comparaciones, muchos suicidas islámicos de la actualidad creen que les espera un Paraíso en el más allá. Es una idea ancestral cuyas raíces deben buscarse en la situación apocalíptica de Judea, desde la época del Libro de Daniel.
El ejemplo de Masada con 960 judíos que prefirieron la muerte al sometimiento a los romanos lo prueba. No sería imposible que Jesús hubiera pensado en algo parecido, tal como lo sugiere el Evangelio de Judas. Y eso cambia la circunstancia histórica, no la fe cristiana. La idea no es nueva: Nikos Kazantzakis la propuso en 'La Última Tentación' y también está sugerida en el 'JesusChrist Superstar' de A. L. Weber.
La revisión de la actitud de Judas preocupa a los religiosos pues cambia el escenario de la Pasión. A tal punto que hay un grupo de jesuitas alemanes que proponen su beatificación, por haber sido el apóstol que entendió el plan de Jesús.
Sería deseable que, sin desmedro para el dogma, las autoridades vaticanas tomen conciencia que los orígenes del cristianismo fueron diferentes a lo que se enseña en los seminarios. Que la culpa atribuida a los judíos por un crimen cometido por los romanos fue un recurso del siglo IV que les permitió aliarse con sus antiguos enemigos, en Roma. Pero las muertes inocentes causadas por esa errónea acusación costó millones de víctimas durante los últimos dos milenios. Es hora que la iglesia corrija ese punto.
Irónicamente, el promotor del cristianismo triunfante fue Constantino, el emperador que lo admitió como religión posible - no oficial - del imperio. Envió a Helena, su madre, para averiguar algo de Jesús en Tierra Santa y ella determinó por revelación ciertos lugares y hechos de la Pasión que figuran en la tradición, no en los evangelios - como el Via Crucis o la ubicación del Santo Sepulcro. Mientras, Constantino siguió haciendo ofrendas al 'Sol Invictus', su religión pagana, y sólo permitió ser bautizado minutos antes de morir, por un sacerdote cristiano, perteneciente a la secta arriana.
Opinión del Papá.
El Pontífice dijo que el personaje bíblico era "mentiroso", ávido de dinero y que personalizaba al "hombre inmundo"
En medio de la polémica suscitada por el texto difundido por la National Geographic, que asegura que Judas no fue un traidor que vendió a Cristo, sino que cumplió una misión, Benedicto XVI afirmó que este acto fue un rechazo neto al amor de Dios.
Judas Iscariote personaliza al "hombre inmundo" para quien el dinero, el poder y el éxito son más importantes que el amor y no duda en vender a Jesús, afirmó ayer el Papa Benedicto XVI en unas palabras con las que de modo indirecto desautorizó el recientemente divulgado "Evangelio de Judas", que revisa la figura del personaje bíblico, asegurando que no fue un traidor, sino que cumplió una misión muy concreta pedida por el propio Jesús.
Aunque el Vaticano no se ha pronunciado oficialmente sobre este texto -difundido por la asociación estadounidense National Geographic- que revisa la figura de Judas Iscariote, Benedicto XVI afirmó ayer durante la Misa de la Ultima Cena, en la basílica de San Juan de Letrán, que la traición de Judas fue totalmente libre, un rechazo neto al amor de Dios. "¿Qué es lo que hace al hombre inmundo? El rechazo del amor, el no querer ser amado y el no amar. En Judas vemos la naturaleza de ese rechazo con más claridad. El valoró a Jesús según las categorías del poder y del éxito", aseguró el Pontífice.
Joseph Ratzinger agregó que Judas tenía avidez de dinero: "El dinero para él era más importante que la unión con Jesús, más importante que Dios y que su amor". Judas, según el Papa, se convirtió en un "mentiroso, uno que juega a dos cartas y rompe con la verdad, uno que vive en la mentira y pierde de esa manera el sentido de la verdad suprema". "De ese modo se endureció y fue incapaz de la conversión, del confiado regreso del hijo pródigo, y tiró su vida destruida", destacó el Papa. Benedicto XVI reafirmó que en Judas se da la soberbia de quien cree que no necesita de purificación alguna, de quien se cierra a la bondad salvadora de Dios, es decir, "todo lo que hace al hombre inmundo".
Texto apócrifo
El conocido como "Evangelio de Judas" es un conjunto de papiros encontrado en Egipto en 1970, cuyo contenido y edad se desconocían y, según confirmó el pasado día 6 la National Geographic, fue escrito en torno al siglo III, obra de la secta gnóstica de los cainitas. El manuscrito contiene, en una traducción al copto del original griego, la única copia conocida del supuesto "Evangelio de Judas" del que hizo referencia en el año 180 el obispo Ireneo de Lyon, en su tratado "Contra los herejes".
Según los traductores de ese polémico códice, Judas no fue un traidor que vendió a Cristo por 30 monedas, sino que cumplió una misión muy concreta, pedida por el mismo Jesús, la de traicionarlo para que fuera sacrificado "y su esencia divina escapara de la prisión del cuerpo y se elevara al espacio celestial".
El profesor Rodolphe Kasser, de 79 años, responsable de la coordinación de los equipos de traductores y restauradores que en Suiza se ocuparon de sacar a la luz este texto apócrifo, explica que el manuscrito choca con la tradición católica, ya que sostiene que Judas cumplió una misión encomendada por Jesús. "Sería entonces un favor y un sacrificio por parte de Judas", añade Kasser en una entrevista publicada ayer por el diario madrileño El País.
Según Kasser, este evangelio "cambia por completo la óptica tradicional sobre Judas. No hay traición, sino que Judas cumple una misión muy concreta encomendada por el propio Jesús". De hecho, el investigador recuerda que en el Evangelio tradicional "hay un momento tras la Ultima Cena en el que Jesús dice a Judas: 'Ve a cumplir tu misión'".
Sin embargo, el propio Kasser admite que "los teólogos de la Iglesia Católica dicen que las revelaciones del Evangelio de Judas no son tan importantes ni añaden nada trascendente". En efecto, tanto teólogos católicos como representantes del Patriarcado Ortodoxo de Moscú han manifestado que las revelaciones del "Evangelio de Judas" no son importantes ni cambian la doctrina cristiana.
El origen del documento hallado en Egipto.
El Evangelio de Judas fue hallado por un granjero en 1970, en una cueva de El Minya, Egipto. El códice encuadernado en cuero fue vendido a un anticuario de El Cairo, quien intentó comercializarlo sin éxito. Tras varios fracasos, en 1984 lo depositó en una caja fuerte de EE.UU., donde estuvo 16 años.
En 2000, la experta en arte Frieda Tchacos Nussberger lo adquirió y lo cedió a expertos que iniciaron su restauración. Así fue identificado como una copia del Evangelio de Judas, escrita cerca del 300 d.C. en lengua copta, propia de los primeros cristianos egipcios. El manuscrito indica que el apóstol no traicionó a Jesús por 30 piezas de plata, sino que su acción obedeció a los deseos del mismo profeta, quien buscaba completar su misión en la Tierra.
"Tú, Judas, ofrecerás el sacrificio de este cuerpo de hombre del que estoy revestido", dice Jesús. Además, Judas es descrito como cercano colaborador de su maestro, quien le advierte que será "maldecido por otras generaciones".
COMUNICADO DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL PERUANA
La Conferencia Episcopal Peruana considera oportuno y necesario manifestar lo que sigue, respecto al mencionado “Evangelio de Judas”, presentado a publicidad, justamente cuando la fecha de la Semana Santa y la Fiesta Pascual de la Nuestra Iglesia Católica, enfocaban para la Iglesia Universal el sacrificio salvador de Jesús, el Cristo.
1. No, no es una casualidad. El objetivo es desvirtuar la fe y la sensibilidad de los creyentes, especialmente de los más sencillos. Poner en duda su creencia fundamental: La encarnación y la divinidad de Jesús.
2. La Pregunta que hay que formula es la siguiente: ¿Este evangelio apócrifo daña la verdad contenida en los evangelios canónicos de Mateo, Marcos, Lucas y Juan?
3. La respuesta es No, por las siguientes razones:
3.1. No se puede demostrar científicamente que el llamado “Evangelio de Judas” haya sido escrito en la época apostólica, ni mucho menos que haya sido escrito por el mismo Judas Iscariote.
3.2. El “evangelio de Judas” se remonta a un escrito de finales del siglo II. En adelante D.C.
3.3. Sin duda, es un escrito posterior a los Evangelios Canónicos, escritos entre los años 50 y 60 D. C. y sobre todo es un escrito posterior a la predicación apostólica oral.
3.4. Quiere decir, que el “Evangelio de Judas” aparece cuando los cristianos ya poseen una doctrina evangélica propia y ya desde esa época era rechazado como contrario a la sana doctrina, por el testimonio de San Ireneo (125-200 d. C, aproximadamente), quien luchó contra la doctrina gnóstica, que es la que se refleja en el “evangelio de Judas” y que fue precisamente una de las doctrinas contra las cuales luchó el cristianismo de los primeros siglos y que hoy se trata de revivir fuera de un contexto histórico.
3.5. Los gnósticos atribuyen a Dios el mal en el mundo y afirman que creó el mundo de un modo desordenado, y por eso son partidarios de la rehabilitación de figuras del Antiguo Testamento como Caín, que mató a su hermano Abel, y Esaú, el hermano mayor de Jacob, que vendió sus derechos de primogenitura por un plato de lentejas. Judas encaja perfectamente en la visión gnóstica que muestra que Dios quiere el mal en el mundo.
3.6. La corriente gnóstica también desprecia la naturaleza corpórea del hombre, su cuerpo; de ahí que es necesario superar lo corporal mediante el conocimiento espiritual.
3.7. Esta doctrina gnóstica encaja en el “evangelio de Judas”, porque según el mencionado evangelio, Jesús pide a Judas que lo ayude a liberarse de su cuerpo diciendo: “sacrificarás el hombre que se viste”. Según los gnósticos Jesús se vistió de hombre, es decir sólo tuvo apariencia del hombre. Luego, el cuerpo es una prisión de la que hay que liberarse.
3.9 El texto del “evangelio de Judas” es un atentado auténtico contra la verdadera humanidad de Cristo. Ven a Cristo como un Dios disfrazado de hombre y que es prisionero de ese disfraz. La Verdad revelada nos asegura que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero Hombre. El no se disfrazó de hombre, sino que se hizo hombre, se encarnó.
3.10 Aceptar como verdad lo que está contenido en el evangelio de Judas significaría admitir que Dios infinitamente bueno es malo, es decir, que Dios utiliza a los hombres para que ellos hagan cosas malas.
3.11 Una cosa es que Dios no vaya contra la libertad del hombre y permita que el hombre utilice mal su libertad para el pecado y, otra cosa es que los ulitice para el mal, como es el pedido a Judas, en este evangelio apócrifo.
4. No debemos perder de vista que:
4.1 Las verdades del cristianismo no nacen en los escritos evangélicos, sino mas bien que los escritos evangélicos se fundan en la enseñanza apostólica, que ya existía mucho antes en forma de tradición oral viva y, esa Tradición oral parte del mismo Jesucritos.
4.2 Los escritos Bíblicos, inspirados por Dios, ven la necesidad de poner por escrito la verdad revelada, una verdad que podía desvirtuarse debido a falsas interpretaciones y herejías, como aquella del gnosticismo.
5. Finalmente, el “evangelio de Judas” ¿supone un desafío de la Fe de la Iglesia Católica? ¿Sucumbirán los cimientos del cristianismo como sugieren algunos medio de prensa?. Ciertamente que no. El “evangelio de Judas es un texto gnóstico que tiene valor histórico si es verdadero, pero no sugiere ningún desafío para el cristianismo; y la Iglesia no ha tratado de encubrir este texto ni otros como dicen Dan Brown, autor del Código Da Vinci y otros autores de apoyan la teoría de la conspiración. (todas estas obras tienen como objetivo, desvirtuar y hacer negocio).
6. La Iglesia no ha ocultado la existencia de los gnósticos ni sus escritos pero si los ha combatido por sus grandes errores doctrinales.
7. Jesús prometió el Espíritu Santo y su presencia hasta el fin de los tiempos y también dijo que las puertas del mal, del infierno, no prevalecerán contra la Iglesia (Mt. 16,18).
Lima, 5 de Mayo de 2006.
+ Héctor Miguel Cabrejos Vidarte OFM
+ Juan José Larrañeta Olleta O. P.
Arzobispo Metropolitano de Trujillo
Obispo Vicario Apostólico de Puerto Maldonado
Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana
Secretario General de la Conferencia Episcopal
Opinión del editor (Jaime Gorenstein)
Una de las “técnicas perdidas” de las Escuelas de Pensamiento Objetivo se denominaba “Repetición”… y consistía en recrear la leyenda de un mito en el escenario de la vida real. Era una puesta en escena de naturaleza consciente donde cada actor tenía que desempeñar su rol de manera precisa al guión matriz preestablecido. El conjunto de actuaciones provocaba desenlaces previstos de antemano. La idea era poner a prueba experimentos psicosocialeles que probaran que vivimos en un mundo mecánico, donde a circunstancia dada, fenómeno que se activa en el sentido de la voluntad del guión.
La actuación conciente de cierto número limitado de actores producía la “actuación” mecánica de muchos otros, re-escenificando así el tema del mito y el objetivo del guión.
Muchas supuestas historias, justamente aquellas que no han dejado rastro arqueológico alguno, pertenecen a esta técnica objetiva. El caso del mito de Jesús es especialmente relevante: Veamos:
Actores: Jesús y sus doce apóstoles.
Fuente principal: Libro de Isaías y otros.
Tema: El Mesías.
Ambientación: Jerusalem y alrededores.
Guión: HOMBRES Nº 5,6,7.
Otras fuentes importantes: Mito de Mitra.
La puesta en escena de esta obra inició el proceso histórico real que ahora llamamos cristianismo.
A esta técnica le siguió una más modesta cuyas raíces se encuentran en Egipto y que se llamó “Misterios”…
La enorme producción literaria que se desató luego del estreno de la "obra" duro varios siglos, durante los cuales se produjeron textos que se escribieron en un estilo sacerdotal antiguo en el que describen escenas grabadas en la memoria colectiva – todas parciales y conflictivas como es obvio – que hoy conocemos como los evangelios, pero que son en realidad “misterios”.
Lo rescatable de todos ellos - sin excepción alguna – son las enseñanzas que han quedado registradas en sus textos. Si el actor principal, el tema y el libro de la obra eran judíos… la autenticidad de su enseñanza estaría asegurada o desechada por la simple comparación con la Enseñanza Objetiva del libro base... la Torá.
Buscando la Verdad 2006.
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